Siempre me aconsejan que me guarde los sentimientos, porque algún día acabaré sufriéndolos. Siempre me aconsejan que deje de ser tan romántica y tan soñadora, que eso no me llevará a ninguna parte. Siempre me aconsejan que lo poco gusta y que lo mucho cansa. Siempre me aconsejan a dar lo que recibo y a no sobrepasar esa línea, para así más adelante, no lamentarme. Siempre me aconsejan que no me desnude; y no hablo de forma literal, delante de nadie, pues esto no hará más que empeorar las cosas en el futuro.
Y la verdad, es que me parecen los consejos más estúpidos que me han llegado a dar. Un día hice caso y me di cuenta de que eso es para gente cobarde. Gente incapaz de decir lo que piensa y lo que siente. Gente incapaz de ser realmente uno mismo delante de los demás solo por miedo a fracasar, a pasarlo mal, a sufrir... Que lo hay que aprender es que una vez que te caes te puedes volver a levantar. Que para ganar hay que perder, pero para ser feliz, hay que intentarlo.
Que no te digan lo que debes o no hacer, que nunca te parezca suficiente nada, que no te quedes con las ganas en el cuerpo de decirle a alguien lo mucho que la aprecias o que la quieres. Que dejes de vivir de "ojalá's" y vayas a por lo que realmente quieres.
Simplemente no hagas caso de la gente cobarde.
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