21 de noviembre de 2013

Once.

Tendríais que vernos cuando nos quedamos como tontos mirándonos, como si el tiempo por un instante dejase de funcionar y el resto de personas desaparecieran. La de veces que me pararía en medio de la calle y gritaría lo mucho que te quiero, porque no me es suficiente con decirlo 30 veces al día. Deberías de ver su media sonrisa cuando me coge con fuerza y me besa o simplemente cuando el silencio se apodera de nosotros y nos enamoramos más.

Quizás debería de empezar a creérmelo de una vez, quizás debería deshacerme del miedo y vivir de tus besos toda la vida - como una especie de comisión por tantos años esperados. O quizás mejor aún, quedarme a vivir en tu media sonrisa o en tu sonrisa entera cuando nos matamos a cosquillas en una tarde de viernes. Lo cierto es que no lo se, no se que me pasa cuando te tengo enfrente, solo sé, que la idea de escaparme contigo a cualquier lugar, se me hace cada vez más tentadora. 
Y no hay nada más bonito que tú, que ya no se de que forma decirte que me encantas, que me encanta hasta como mueves la boca cuando estás nervioso, que no me hace falta café de buena mañana cuando te tengo a mi lado -y eso no lo había conseguido nadie.

Quiero seguir besándote con los ojos cerrados - dicen que eso es para enamorados, y confieso, que es la primera vez que beso de esta manera.

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